REFLEXION EXISTENCIAL LIGERA...

A veces me siento como salido de la realidad, como un espectador que ve pasar una película llamada vida. Hoy tengo un profundo temor a una situación que indefectiblemente llega a todo el género humano: la vejez, otra etapa de la vida que a lo mejor tenga sus cuestiones positivas, pero que lo arrima a uno más al sepulcro. Un cambio pleno en la existencia que nos obliga a cambiar las costumbres y a hacer un inventario de lo que ha sido ese transitar por este planeta o por esta dimensión. Hace días vengo pensando en esto y la inquietud me invade, pareciera que todo lo que he vivido se disuelve en una nube de olvido y no quiero aceptar que el tiempo pasa y pasa, que cada momento no aprovechado es un momento perdido y que no volverá. Estoy en un punto neutro, como muerto, todas las cosas que creía organizadas, comienzan a desorganizarse y mi vida se descompone. Comienzo a desestabilizarme, a perder altura, amenaza esta nave llamada cuerpo con estrellarse debido a la inquietud perenne, al desasosiego que permanentemente me invade. Sería que estuve engañado a lo largo de todos estos años de mi existencia o esto que siento le pasa a todos los que de alguna manera sentimos que el tiempo, el implacable, pasa con inusitada rapidez haciéndonos viejos en un abrir y cerrar de ojos. Orar o terminar…